domingo, 30 de diciembre de 2012

Regala tus palabras. Texto de la semana

  
   Amnistía Internacional en estas fechas navideñas promueve una vez más la campaña "Regala tus palabras", consistente en hacer llegar mensajes de esperanza a presos de conciencia. ¡Qué fácil!

   O... qué difícil, pues los tres casos que presentan conmueven al ponernos ante los ojos que hay muchas personas ahora mismo carentes de libertad por expresar sus ideas.
  
   ¿Qué decirles, salvo que deseamos que se haga justicia y se los libere de su encerramiento?

   De los tres, me ha llamado la atención en especial el caso de Nurmuhemmet Yasin, escritor y poeta uigur, condenado a prisión de diez años por escribir un cuento que las autoridades chinas consideran una crítica a su gobierno de la Región Autónoma Uigur de Sin-kiang.

   ¡Por escribir un cuento! Inmediatamente sobreviene un deseo irrefrenable de buscarlo, de leer un texto tan peligroso como para privar de la libertad a un ser humano. Y un deseo aún mayor de divulgarlo, claro. Para que el mensaje de Yasin vuele por la red y mueva a muchas más personas a regalarle sus palabras. Para que su situación mejore, como la de tantos otros a los que han ayudado campañas similares de Amnistía Internacional. Para que Yasin sepa que su caso se conoce, que no está solo, que muchos condenamos su encerramiento. Que nos estremece imaginarlo en una celda, que nos evoca la jaula en la que se ve atrapada la paloma de su relato:

    "La jaula es una crueldad muy astuta, porque permite ver ampliamente las libertades que se le niegan al encerrado, sin esperanza de recuperarlas. El aire dentro y fuera es idéntico, pero la vida permitida a este lado de la reja de hierro pertenece, más bien, a otro universo.

   Quien hubo diseñado este invento tenía un puño de hierro y el más duro de los corazones, porque inmovilizó a criaturas pequeñas, como yo, a pesar de que no les aportábamos ningún beneficio. Atraparon mi cuerpo, pero lo que, en realidad, desearon, fue esclavizar mi alma."


   Tienen injustamente atrapado el cuerpo de Yasin, sometido incluso a tortura, pero su alma se expande junto con el cuento que le ocasionó su condena: Yawa Kepter, "Paloma salvaje",  pues el PEN Club Uigur, se ha propuesto divulgarlo "para todos aquellos que sientan la pasión de la libertad."

   Hemos elegido su comienzo como Texto de la semana, sumándonos así a ese empeño, y valiéndonos de la traducción al castellano realizada por el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, a partir de la versión inglesa dramatizada por la RFA (Radio Free Asia). 


Yawa Kepter, "Paloma salvaje"
¿Sueño o realidad?
 
"Estaba allí. Me parecía que volaba sobre algún lugar en un cielo muy azul. No podía decir si soñaba o estaba despierto. Sólo sabía que sentir el viento en mis alas me daba más vigor. El impulso de mi cuerpo, fuerte y poderoso, me elevaba. El brillo de la mañana era infinito. El sol iluminaba el mundo, con paisajes bellos, lo que era un reclamo para elevarme más. Un campo de fresas, sobre el que estaba, desapareció.
     Finalmente retorné, y el planeta se hizo mayor, como una alfombra profundamente multicolor bajo mis alas. Descubrí un sitio maravilloso que se dibujaba tan hermoso como el entorno de donde provenía. Las casas y los barrios se delimitaban, con criaturas que se movían, y que debían ser los humanos, de quienes mi madre me había advertido que no debía acercarme. ¿Se estaría haciendo mayor? Porque no me parecieron tan peligrosos. ¿Cómo unos seres que se escurrían tan lentamente sobre la faz de la tierra pudieran ser más poderosos que los pájaros, que se elevaban por los aires? Ciertamente, los humanos no me parecieron tan terribles..."

   Y como Amnistía pide palabras como regalo en esta fecha, queremos hacer llegar a Nurmuhemmet Yasin el poema que hoy mismo Catalina León ha publicado en su blog "Isla de papel". Seguro que le confortará:

Una sola palabra estremecida
Una sola palabra
Una tan sólo
Una palabra que no contenga nada del silencio
Que sea sencilla pero que amanezca
Una palabra para poder decir estoy
Soy yo, estoy aquí, después de tanto tiempo.
Una palabra que no muera antes de nacer
Que no se esconda en cualquier sitio
Que contemple la llegada del arcoiris
La marcha de la lluvia
El azote de los días en que el sol nos espera.
Una palabra solo
Es lo que quiero, es lo que pido,
Es lo que necesito.
CATALINA LEÓN BENÍTEZ, Poemas propios


- La paloma salvaje: el cuento completo
- Yawa Kepter, versión original, en uyghur
- Wild pigeon, traducción al inglés
 

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