sábado, 21 de mayo de 2011

De preguntas y utopías


En noviembre Ramón Vázquez, profesor de Filosofía, me propuso para Texto de la semana este fragmento de 2666, la impresionante novela del escritor chleno Roberto Bolaño:
De preguntas
“Las cosas no son como uno las ve, susurró Ramírez. ¿Tú crees que las cosas son como las ves, tal cual, sin mayores problemas, sin preguntas? No, dijo Harry Magaña, siempre hay que hacer preguntas. Correcto, dijo el policía de Tijuana. Siempre hay que hacer preguntas, y siempre hay que preguntarse el porqué de nuestras propias preguntas. ¿Y sabes por qué? Porque nuestras preguntas, al primer descuido, nos dirigen hacia lugares adonde no queremos ir. ¿Puedes ver el meollo del asunto, Harry? Nuestras preguntas son, por definición, sospechosas. Pero necesitamos hacerlas. Y eso es lo más jodido de todo. Así es la vida, dijo Harry Magaña. Después el policía mexicano se quedó en silencio y ambos contemplaron a la gente que caminaba por la avenida, sintiendo en las mejillas acaloradas la brisa que soplaba sobre Tijuana”.

Almacené el texto, junto con una anécdota relativa a Isidore Rabí, premio Nobel de física, que también trata de preguntas. Dicen que, cuando le preguntaron qué le había ayudado a ser científico, respondió: Al salir de la escuela, todas las otras madres judías de Brooklyn preguntaban a sus hijos: «¿Qué habéis aprendido hoy en la escuela?». En cambio mi madre decía: «Izzy, te has planteado hoy alguna buena pregunta?»

He recordado hoy los dos textos a propósito de lo que está sucediendo estos días en las plazas de tantas ciudades y pueblos, de España y de más allá, porque ¡por fin! se están produciendo las preguntas que hemos esperado tanto tiempo, cuando reprochábamos a los jóvenes por su apatía, por su desinterés por la política, por su derrotismo ante cualquier injusticia, por su adormecimiento feliz en la burbuja del "panem et circenses" (botellón, fútbol y 'granhermanismo' televisivo).

El profesorado, instalado en una actitud semejante, por comodidad o por resignada impotencia, sin embargo incluímos siempre en nuestras programaciones el objetivo de fomentar el sentido crítico del alumnado.
Pues bien, he aquí que el ansiado sentido crítico se ha fijado nada más y nada menos que en la democracia vigente.
En un primer momento, nos dio miedo que esa "rebelión juvenil", desde posturas anarquistas, destruyera todo lo conseguido en la transición, de lo que las generaciones precedentes nos sentimos tan orgullosos.
¿Será ese miedo debido a que las preguntas que están en el aire nos dirigen hacia lugares adonde no queremos ir, como escribe Bolaño? Él mismo aporta la respuesta: "Esas preguntas son, por definición, sospechosas. Pero necesitamos hacerlas."

Propongo que agucemos vista y oído libres de prejuicios, que observemos que estos miles y miles de personas están lanzando preguntas sobre lo que funciona mal en nuestra sociedad, y para ello, han recurrido a la constitución, la fuente primaria, que es lo que pedimos siempre en clase a nuestros alumnos.
Y lo que piden es que nuestros representantes políticos la cumplan, que no se admitan posiciones pervertidas, que se rechace a quienes se aprovechen de ella, el amiguismo, el nepotismo... sean del partido que sean.

Oigo a muchas personas de mi entorno que sospechan de lo que está pasando, que incluso tienen miedo. Otras, sin embargo, me cuentan lo que han vivido cuando se han acercado personalmente a esas concentraciones en sitios diferentes (en Sol, en Santander, en Salamanca) y me emociona que les ha vuelto la ilusión a los de mi edad y que les ha nacido a los más jóvenes.
Me aseguran que se escuchan todas las opiniones, que se aceptan las propuestas más sensatas (votan con el gesto de aplauso de los sordomudos, interpretado malévolamente el otro día en una tertulia como que "juegan a los cinco lobitos"), pero se rechazan las puramente demagógicas y las desestabilizadoras.
Se han organizado admirablemente en comisiones y una chica que conozco estuvo el viernes en la "del respeto" en la Puerta del Sol, mediante la que piden a todos que eviten la violencia, los insultos, que no beban, que no líen porros, que respondan a los medios de comunicación o a la policía con serenidad...

Espero que, quienes se convierten hoy en nuestros representantes en municipios y en gobiernos autónomos, tomen nota de lo que se reivindica, suscrito también por gran parte de la población que no es tan joven: queremos una DEMOCRACIA en que los políticos no estén toda la legislatura tirándose los trastos a la cabeza, consintiendo la corrupción en sus partidos, apoltronados en sus escaños municipales, autonómicos, nacionales o europeos con prebendas que ofenden en tiempos de crisis.
Queremos que trabajen por mejorar la sociedad, que consigan que la Constitución no sea papel mojado, que den respuesta a las preguntas que estos chicos nos están dirigiendo a todos desde la crítica constructiva.
¿Será posible que releguemos posturas escépticas, desencantadas, conformistas, y que todos caminemos con los "indignados", por si acaso lo que se pide son utopías alcanzables?
"La utopía está en el horizonte, y cada vez que yo camino dos pasos, la utopía se coloca dos pasos más allá. Y si yo camino veinte pasos, la utopía se aleja veinte pasos. Yo sé que, por mucho que camine, jamás la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Sirve para eso, para caminar." EDUARDO GALEANO

- ROBERTO BOLAÑO, EL ÚLTIMO MALDITO. Documental del programa “Imprescindibles”, de RTVE. 22-X-2010
- BOLAÑO EN “MEMORIA CHILENA_”, Portal de la cultura de Chile, con Documentos digitalizados, Bibliografía, cronología, y enlaces.
http://www.memoriachilena.cl/temas/links.asp?id_ut=robertobolano(1953-2003)

- ISIDORE RABÍ EN LA WEB OFICIAL DE LOS PREMIOS NOBEL

4 comentarios:

  1. Comparto la impresión personal de que es toda una alegría. Porque demuestra que los más jóvenes no viven tanta crisis de valores como se dice; y porque muchos más o menos jóvenes se acercan y encuentran puertas de diálogo que quizá la costumbre o el prejuicio (tal vez mutuo) mantenía cerradas.

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  2. Desde luego que la utopía sirve para caminar; si no que se lo digan a los bibliotecarios escolares.
    Me ha gustado tanto este comentario tuyo que lo he leído varias veces y se lo he recomendado a todos a los que quiero.
    ¡Qué bien escrito está!
    Un abrazo
    Bibliolibre

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  3. Anónimo dijo...
    Gracias, Bibliolibre, como siempre, por tu cariñoso comentario. Me alegra que te haya gustado. Cuando lo escribía, pensaba en todos esos jóvenes que conocemos que han contribuido a hacer grande ese movimiento, como por ejemplo, abriendo otras ágoras en la red.
    Un abrazo:
    Carmen

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