sábado, 13 de febrero de 2010

TEXTO DE LA SEMANA: Amor el Día de San Valentín


Foto: Antonio Canova (1757-1822) Psiqué reanimada por el beso del Amor, Roma, 1793. Museo del Louvre, París.

Como sucede en muchos otros lugares, nuestro Instituto se alborota por San Valentín: los AAII (Alumnos Involucrados) colocan un puesto para que encarguemos flores (este año, es aportación también para Haití); alumnos de 4º aprovechan también para obtener dinero para su viaje por hacer llegar globos y piruletas en forma de corazón. El día señalado, los destinatarios lucen resplandecientes sus obsequios por el pasillo, por la sala de profesores, por la conserjería o los despachos, ... el amor está en el aire.



Y la Biblioteca regala amor en palabras. Este año, ¡cómo no!, de la mano de Miguel Hernández, poemas como éste:

Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.

Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
dando a la grana sangrante
dos tremendos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado,
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.

Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos

¡Cuántas bocas enterradas,
sin boca, desenterramos!

Bebo en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.


Cancionero y romancero de ausencias. 1938 - 1940
(HERNÁNDEZ, Miguel, Antología Poética, Edición de Agustín Sánchez Vidal. Vicens Vives, Barcelona, 1993)

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