sábado, 21 de enero de 2012

Día Escolar de la No-violencia y la Paz. GIMÉNEZ DE ORY, SZYMBORSKA, GALEANO


Nuestro blog quiere, como cada año en estas fechas, reflexionar acerca de la No violencia y de la Paz. Para ello, nuestro Texto de la semana se triplica esta vez.

Proponemos para su lectura el romance recién premiado del que hablábamos hace poco, de El príncipe Garciniño, que divulgamos con el permiso de la autora, Beatriz Giménez de Ory, antes de que sea editado. Sus versos, tan inocentes en apariencia, trastocan el código caballeresco y nos presentan un príncipe poco común:

El Príncipe Garciniño
BEATRIZ GIMÉNEZ DE ORY (Premio Luna de Aire, 2012)
Al príncipe Garciniño
lo llaman para la guerra.
-Mira, madre, yo prefiero
trillar el trigo en las eras.
-Garciniño, te reclaman
los tambores y trompetas.
-Padre, déjame quedarme
tejiendo en telar de seda.
-Garciniño, el enemigo
con las ballestas te espera.
Ya cabalga Garciniño
sobre su yegüita negra.
El príncipe va llorando
lágrimas de blanca pena.
Han pasado veinte años
y regresa de la guerra.
Salen a buscarle al puente
el rey y también la reina.
Garciniño les saluda
desde su yegüita vieja.
-¿Qué nos traes, hijo cumplido?
¿Cautivos con sus cadenas?
¿Recias espadas de plata?
¿Brazaletes y pulseras?
¿Una alfombra voladora
de la princesa de Persia?
-No traigo esas cosas, no,
que nunca estuve en la guerra,
sino sembrando en los campos
y tejiendo hilos de seda,
y cantando por las plazas
con tambores y trompetas.
Lo que traigo en las albardas
son camisas holandesas,
panes que quitan el hambre,
risas y canciones nuevas.



Seleccionamos después un poema, otra vez, de Wislawa Szymborska, que está convirtiéndose en nuestra poeta de cabecera, pues en su obra encontramos sugerencias a cada paso. En "La realidad exige" repasa un sinnúmero de batallas a lo largo de la historia. Batallas decisivas de célebres guerras que en su día parecieron cambiar el mundo. Sin embargo, Szymborska constata una inquietante idea: a pesar de todo, la vida sigue su curso.

La realidad exige...
(Wislawa Szymborska. De "Fin y principio". 1993. Versión de Abel Murcia)
"La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Sucede así en Cannas y en Borodinó,
en los llanos de Kosovo y en Guernica.

Hay una gasolinera
en una pequeña plaza de Jericó,
hay bancos recién pintados
cerca de Bila Hora.
Las cartas van y vienen
entre Pearl Harbor y Hastings,
pasa un camión de muebles
bajo la mirada del león de Queronea
y solo un frente atmosférico amenaza
los florecientes jardines cercanos a Verdún.

Hay tanto de Todo
que lo que hay de Nada queda muy bien cubierto..
De los yates de Accio
llega la música
y en la cubierta, al sol, bailan las parejas.

Pasan siempre tantas cosas
Que seguro tienen que pasar en todas partes.
Donde hay piedra sobre piedra
hay un carro de helados
cercado por los niños.

Donde estaba Hiroshima
de nuevo está Hiroshima
y se siguen produciendo
objetos de uso cotidiano.

No le faltan encantos a este hermoso mundo
ni tampoco amaneceres
para los que merece la pena despertar.

En los campos de Macejowice
La hierba es verde,
y en la hierba, como pasa en la hierba,
la escarcha, transparente.

Quizá no haya un lugar que no haya sido un campo de batalla,
los aún recordados,
los hoy ya olvidados,
bosques de cedros y bosques de abedules,
nieves y arenas, pantanos irisados
y barrancos de negro fracaso
donde en caso de urgencia
satisfacemos ahora nuestras necesidades.

Qué moraleja sale de todo esto: parece que ninguna.
Lo que de verdad sale es la sangre que seca rápida
y siempre algunos ríos, algunas nubes.

En esos desfiladeros trágicos
el viento se lleva los sombreros,
y es inevitable:
la imagen nos da risa.


Por último, Galeano, con su habitual ironía, más aguda si cabe en su obra "Patas arriba. La escuela del mundo al revés", dedica todo un apartado del capítulo "Cátedras del miedo" al negocio de la guerra. Imprescindible su denuncia:

Clases de corte y confección: cómo elaborar enemigos a medida
(EDUARDO GALEANO, Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Ed. Siglo XXI. Madrid 1998)

"Muchos de los grandes negocios promueven el crimen y del crimen viven. Nunca hubo tanta concentración de recursos económicos y de conocimientos científicos y tecnológicos dedicados a la producción de muerte. Los países que más armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial. Afortunadamente para ellos, la amenaza de la paz se está debilitando, ya se alejan los negros nubarrones, mientras el mercado de la guerra se recupera y ofrece promisorias perspectivas de carnicerías rentables. Las fábricas de armas trabajan tanto como las fábricas que elaboran enemigos a la medida de sus necesidades.”

- MÁS TEXTOS POR LA PAZ. IES DÁMASO ALONSO

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