sábado, 13 de febrero de 2010

El proyecto ARCE "Nuestras bibliotecas hacen investigadores" está moviendo cosas.


Los Departamentos de Sociales y Latín, hemos decidido que va a ser una actividad de clase para todo 4º. Pretendemos que todos los alumnos aprendan, como decíamos hace poco, que hacer un trabajo de investigación no consiste en lanzarse a internet a copiar del Rincón del vago, o de la Wikipedia, sino que es preciso buscar en fuentes variadas y fiables: enciclopedias, catálogos, revistas, libros, actuales y de otros siglos, ... También internet, claro, pero empiezan a darse cuenta de que en la red no está todo, y de que no todo lo que encuentran en ella es válido, mientras que en la biblioteca tienen a su alcance la bibliografía que necesitan.

Veo a una alumna de 4ºA traduciendo del francés: ha encontrado una imagen que le interesa de la columna trajana y el pie de foto viene en esa lengua.

Otra exclama "¡Esto es lo que nos dijo la profe que buscáramos!". Pero parte del fragmento está en latín, y recurre a la profesora de esa asignatura por ver si puede ayudarla. Y ahí tienes a la profesora, enfrentada a un texto esotérico sobre las propiedades exorcizantes de la música, ejemplificadas en un pasaje bíblico.

Ése es otro tema: estos chicos ignoran casi todo acerca de los personajes de la Biblia: Saúl, David, Salomón, San Pablo, ... Recurrimos al profesor de Religión para que nos señale dónde podemos informarnos.

Buscando información sobre San Lorenzo, aparece la palabra 'abjurar'. La chica quiere que la profesora le explique el significado. Pero para eso están los diccionarios. ¿El mejor? El de la Real Academia.

Aquél levanta la vista del libro alarmado, y acude a la profesora. "¡Pone 'puti'! ¿Qué es eso? ¡Vaya palabra!" Le aconsejamos que busque en diccionarios y enciclopedias. Nada. Por fin, descubre el término, 'putti', en un diccionario de términos de arte. ¡Ah! Alude a Miguel Ángel, a la capilla Sixtina. ¿Tendrá relación con lo que este chico está investigando?

Más. Tenemos el Monasterio a dos kilómetros. Vienen viajeros de todo el mundo a visitarlo. Pues bien, algunos de estos chicos de 4º nunca habían entrado. Y, por supuesto, los que sí lo habían hecho, apenas se habían fijado en todo lo que encierra. Van todos una mañana de otoño, y vuelven quejosos de que no han podido detenerse a contemplar muchos detalles, por el ritmo de la visita.

Uno de 4ºB ha creado un blog para los trabajos de su clase. Los inmigrantes digitales nos maravillamos ante la soltura de los nativos de esa generación, y queremos que nos dé trucos para este incipiente blog nuestro.

Cada una de estas escenas nos convence de que estamos avanzando.

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